Tres días en Vancouver: qué ver y qué hacer
Vancouver es una ciudad llena de vida, hay mucho ajetreo y establecimientos de cualquier cosa que os podáis imaginar. En esta guía os damos ideas y os contamos qué ver y hacer en Vancouver, la ciudad de referencia en la costa oeste de Canadá.
A nosotros, después de un par de años viviendo en los Alpes y a pesar de venir de Madrid, se nos había olvidado lo bulliciosa que podría llegar a ser una ciudad. ¡Qué de estímulos! Los taxis amarillos, típicos del cine Norteamericano, avenidas enormes con los míticos semáforos, rascacielos, restaurantes de todos los sitios del mundo, puentes enormes, etc. Vancouver es sencillamente impresionante. No nos extrañó que estuviera calificada en muchos rankings como una de las mejores ciudades para vivir en el mundo, a nosotros nos encantó.
Fue nuestra primera experiencia en una ciudad canadiense y nos dejó con la boca abierta. Además del ajetreo de la gran ciudad, Vancouver cuenta con muchas zonas verdes y montañas en el horinzonte. La imagen de las montañas nos hacía especial ilusión porque nos anticipaba lo que teníamos por delante en ese gran viaje: conocer las montañas rocosas. Podéis leer el post del viaje completo por Canadá aquí: Roadtrip canadá.
Y ahora sí, vamos directamente a lo importante del post, qué ver y qué hacer en Vancouver en tres días.
Día 1
Downtown, Chinatown y Gastown
Downtown o zona central
Para llegar al centro de Vancouver, o Downtown, la parada de metro correspondiente es Vancouver City Center. Una vez salgáis del metro sentiréis que os habéis trasladado automáticamente a las series o películas ambientadas en los típicos barrios neoyorquinos. Hay decenas de rascacielos de cristal y avenidas gigantes. De hecho, Vancouver ha sido zona de rodaje de muchas de las películas que supuestamente están ambientadas en Nueva York. Como el equipo A, Aliens vs Predator: Requiem o Deadpool entre otras muchas.
En esta zona hay varios edificios característicos y calles a visitar. Por ejemplo, la Galería de Arte de Vancouver, que abrió sus puertas al público en 1931. O la Catedral del Santo Rosario, construida en 1899, de estilo gótico. Otro de los edificios característicos es la biblioteca pública, cuya entrada es gratuita. También os animamos a recorrer toda la principal calle comercial, la calle Robson, donde se encuentran la mayor parte de las tiendas y los edificios más altos. En el Downtown hay muchísimos restaurantes o locales donde comer. Aparte de comer típicos platos americanos o canadienses, podéis aprovechar a probar comidas internacionales que no conozcáis o repetir aquellas que más os gusten. Nosotros también aprovechamos a probar uno de esos míticos batidos canadienses.
Chinatown
Nuestra siguiente parada fue Chinatown. Teníamos muchas ganas, ya que lo habíamos visto recomendado en muchos blogs, como referencia a la gran comunidad asiática que hay en Vancouver. Habíamos leído sobre su famoso Jardín Chino y la Puerta de entrada del barrio llamada Millennium Gate como visitas imprescindibles. Sin embargo, creemos que esta información no está actualizada. Ya cuando nosotros fuimos, en junio del 2023, este barrio no era recomendable. La crisis que está habiendo en muchas ciudades Norteamericanas, en relación con la drogadicción y la situación de calle en la que viven muchas personas, también ha afectado a Vancouver.
Para nosotros fue una experiencia bastante desagradable. A pesar de ser las 12 del mediodía, nos sentimos inseguros y no pudimos disfrutar para nada de la visita al barrio Chino. Por lo que no recomendamos que vayáis aquí. Si lo habéis visitado y la situación ha cambiado, os animamos a que nos lo contéis en los comentarios.
Gastown
Tras esta incómoda experiencia en el barrio chino, decidimos visitar Gastown. Nosotros recorrimos muchos tramos a pie para intentar conocer el máximo posible de la ciudad, pero si queréis ahorrar tiempo, la parada de metro más cercana es Waterfront. Esta zona es la parte más antigua de Vancouver y es de aquí de donde la gente saca las fotos más típicas de la ciudad. Lo más icónico es el Steam Clock, un pintoresco reloj de vapor que reúne a su alrededor a varios turistas cada quince minutos, momento en el que emite una curiosa melodía. ¿Y por qué es Gastown tan especial? Para nosotros es la arquitectura de los edificios de estilo victoriano, muy típica de los barrios ingleses, junto a los bares, restaurantes y tiendas con un estilo más alternativo, lo que le dan un ambiente muy especial a este barrio.
Sin embargo, por lo que hemos leído últimamente, parece que la situación con respecto a los problemas de drogadicción también ha empezado a afectar a este barrio. Algo que lamentamos profundamente porque para nosotros fue una de las partes que más nos gustó de Vancouver. Igualmente, si habéis estado recientemente, y tenéis información más actualizada, os agradecemos que nos lo contéis en los comentarios.
Día 2
Vancouver Harbour, Stanley Park, Granville Island y la playa de English Bay
Vancouver Harbour
Nuestro segundo día comenzó en el puerto de Vancouver, o Vancouver Harbour, después de haber probado uno de esos típicos desayunos canadienses en la cadena Tim Hortons. Sin duda el puerto fue una de nuestras zonas favoritas. Os recomendamos dar un paseo por uno de los lugares más bonitos de Vancouver. Podéis ver el océano, las montañas a lo lejos y los enormes rascacielos y al mismo tiempo estaréis rodeado de árboles y zonas verdes. De vez en cuando se ven los hidroaviones despegar o aterrizar en el agua. También hay varias avionetas que normalmente suelen ir a la isla de Vancouver. Desde el muelle también se ven todos los pequeños barcos que conectan con otras zonas de Vancouver y grandes cruceros que llegan hasta Alaska.
No os vayáis del puerto sin visitar uno de los momumentos más emblemáticos de Vancouver: la Orca digital. Está en la plaza Jack Poole. Un monumento simpático desde el que las vistas a la costa norte de Vancouver también son alucinantes. En esta plaza también está el centro de convenciones y la Llama Olímpica, es un típico lugar de encuentro entre los locales. Aprovechad a hacer fotos, la orca quedará curiosa, debido a la forma en la que está construida, con bloques que parecen fichas de lego.
Stanley Park
Sin duda el Stanley Park es uno de los imprescindibles de Vancouver. El pulmón verde de la ciudad, aunque como ya hemos mencionado antes, Vancouver es bastante verde. Pero no solo te encuentras con un verdadero bosque dentro de este parque, si no que cuenta además con dos lagos, playas, un jardín botánico, un acuario y varias esculturas y estatuas por la zona.
En nuestro caso, habíamos leído que el parque era bastante grande y había mucho que ver así que optamos por recorrerlo en bicicleta. Las alquilamos en una de las tiendas al final de la zona del puerto, y nos alegramos mucho de haber tomado esa decisión de bordear el parque en bici por el Seewall. Alquilar las bicis es muy sencillo, te piden tus datos y que dejes un DNI o documento identificativo. Nos costaron 16 dólares candienses cada una, incluyendo casco y un candado.
Os recomendamos, tanto si vas a pie como en bici, que os perdáis por los senderos del parque y vayáis descubriendo los distintos monumentos. Sin duda tenéis que ver el área dedicada a los tótems de madera tallados por los habitantes nativos de Canadá, el Brockton Point Totem Pole. Es algo muy curioso de ver. Las figuras más representadas en estos tótems son animales como el cuervo, la orca, el águila, el castor, el oso, la rana, el pájaro y el lobo. Os animamos a identificar estos animales cuando os encontréis con los Tótems. También es bonito de fotografiar el faro que se encuentra en mitad del parque, el Brockton Point Lighthouse, o la estatua de la mujer subida en una roca.
No os perdáis el Lost Lagoon, un espectacular lago en Vancouver, mucha fauna, y una vegetación muy frondosa. Nosotros dejamos las bicis aparcadas fuera y dimos una vuelta al lago. También nos gustó mucho el Beaver Lake, un lago más pequeño pero también una zona muy agradable por la que pasear.
Una actividad súper popular en la zona, y con toda el sentido del mundo, es hacer un picnic en el parque admirando las vistas. Sin embargo, nosotros fuimos muy pronto porque nuestra intención era comer en el mercado de Granville island.
Granville Island
La isla de Granville es otro de los imprescindibles de Vancouver. Para llegar nosotros cogimos un barquito, el Seabus, de los que se encuentran en la zona del puerto, que hacen ese recorrido cruzando desde uno al otro lado. Por lo que hemos leído, también se puede acceder en autobús normal o andando si cruzáis el puente de Grandville, o Grandville Bridge. Más adelante os hemos dejado un apartado destinado a cómo moveros por Vancouver.
Esta isla es una maravilla. Era la antigua zona industrial y fue reconstruida y reconvertida en una zona de ocio y entretenimiento con estilo alternativo. Hay múltiples locales, cada uno de ellos con mucha personalidad, bares, restaurantes, tiendas, etc. Y sin duda recomendamos comer en el mercado, muy pintoresco, con muchísimos puestos, donde se hace difícil elegir qué comer.
Para aquellos de vosotros que hayáis estado en Londres, quizás os recuerde al ambiente que se vive al pasear por las calles de Camden Town.
Después de patear la isla, nos pusimos rumbo de vuelta al centro de Vancouver. Teníamos que ir a comprar comida para hacer un picnic y cenar en la playa de los ingleses o (English Bay), recomendada para ver el atardecer.
Playa de English Bay
Es una de las playas más populares de Vancouver, tanto para los turistas como para los locales. Hay multitud de festivales y eventos y se puede ver a mucha gente haciendo deporte, reuniones de amigos, picnics, etc.
Nosotros fuimos en junio, y algo que no sabíamos antes de ir y que nos dijeron unos locales después, es el famoso concepto canadiense de “juneary”. Un juego de palabras donde se mezcla en inglés junio y enero (june + january). Hace referencia a que a veces en Canadá en junio puede llegar a hacer mucho frío. Eso es lo que nos pasó a nosotros. Nos encontramos con ropa veraniega, haciendo un picnic, con trípode preparado para sacar la mejor foto del atardecer en la mejor playa de Vancouver, y muertos de frío. Así que si tenéis en mente viajar por estas fechas, no olvidéis eso de “llevad una rebequilla por si refresca”.
Qué más ver en la playa de los ingleses
Esta playa es famosa, además de por ser conocida como una de las mejores playas donde ver el atardecer en Vancouver, por el monumento de Inukshuk y las esculturas denominadas A-maze-ing Laughter. La primera es símbolo de los inuit canadienses y la segunda consiste en varias esculturas de gente asiática partiéndose de risa.
Hablando del primer monumento en profundidad. Estos inukshuks, en la lengua inuit “parecido a un ser humano”, son símbolos de las regiones polares del norte del mundo, especialmente de los inuit del norte de Canadá. Se han utilizado históricamente para marcar lugares importantes o para la navegación. Colocaban las rocas simulando brazos y pies que indicaban la dirección hacia la que tenían que continuar.
Con respecto a la segunda escultura, se trata de una obra hecha por el artista Yue Minjun, en la cual hay varias esculturas risueñas formando un laberinto. Su intención, según hemos estado leyendo, era llamar a la diversión, al buen humor e invitar a las personas a acercarse. Aunque también estuvo relacionada con algunas polémicas políticas. Sea como sea, las esculturas son simpáticas y curiosas de ver.
Día 3
North Vancouver y Lynn Canyon Park
El último día decidimos ir a North Vancouver. Una vez allí, cogimos un autobús que nos llevó hasta el Lynn Canyon Park para ver uno de los famosos puentes colgantes del Norte de Vancouver.
North Vancouver
Para llegar a North Vancouver se puede ir en autobús público cruzando el Lions Gate Bridge o coger el ferry o Seabus en el Waterfront y cruzar la bahía. Si optáis por esta segunda opción, como nosotros, no os perdáis los paisajes al hacer este viaje.
En esta zona de Vancouver hay varias atracciones o edificios característicos. Por ejemplo el mercado Lonsday Quay Market. Es otro mercado similar al Grandville Market pero más pequeño. También con diferentes puestos de comida local y de otras partes del mundo, junto a tiendas y establecimientos de productos de la zona. Después está la zona de The Shipyards, donde se concentra gran parte de establecimientos de ocio y entretenimiento. Allí os encontraréis con muchos locales y con unas vistas de infarto de la bahía.
La Polygon Gallery es también uno de los edificios característicos de la zona, con un estilo industrial que cuenta con una sala de arte.
Para obtener la mejor foto del Skyline de Vancouver, os animamos a dar un paseo por el muelle de Burrad, o Burrad Dry Dock Pier, una plataforma que se adentra unos doscientos metros hacia la bahía.
Desde North Vancouver son muy típicas las excursiones que llevan al Capilano Bridge Park y a la Gruose Mountain. Nosotros no fuimos al Capilano Bridge porque unos locales nos dijeron que estaba lleno de gente y que no se disfrutaba tanto, y además es bastante caro. En nuestro caso, se sumaba que por la tarde teníamos que ir a recoger la Camper que habíamos alquilado para seguir nuestra aventura por Canadá. Viaje que podéis leer en el apartado de blogs: + link. Así que no teníamos tiempo de subir a la Grouse Mountain.
Lynn Canyon Park
Lo que hicimos fue seguir el consejo de esos locales que nos recomendaron ir al Lynn Canyon Park. La entrada es totalmente gratuita y se tarda media hora en llegar desde North Vancouver. En ese parque hay otro puente colgante. No es tan popular como el parque del Capilano Bridge, pero aun así nos sorprendimos de la cantidad de turistas que había visitado la zona. No nos queremos imaginar cómo estaría de gente el Capilano Bridge Park. La principal atracción turística es este puente, en inglés el Lynn Canyon Suspension Bridge, que sin ser, ni mucho menos, tan alto como el Capilano, (50 metros con respecto a los 137 del Capilano Bridge) nos sorprendieron sus maravillosas vistas.
El parque cuenta con numerosas rutas. Algo ideal para que aquellos amantes del senderismo, puedan hacer una maravillosa escapada a la naturaleza a lado de una ciudad tan grande como Vancouver. En estas rutas de senderismo os vais a encontrar con cascadas, un vibrante color verde, piedras gigantes, cientos de árboles centenarios y lagos donde los más atrevidos se lanzan a darse un chapuzón. Si queréis más información sobre rutas que hacer en este parque podéis consultar su página oficial.
Para nosotros la visita a Vancouver terminó aquí. Después de esa magnífica experiencia en la naturaleza, nos pusimos en camino para recoger nuestra Camper y empezar lo que ahora sí era la parte central de nuestra ruta de 18 días por Canadá.
Transporte público en Vancouver
Para poder movernos por Vancouver aprovechando al máximo vuestra visita a la ciudad, es importante conocer cuáles son los medios de transporte que pueden utilizarse. La compañía encargada del transporte público es Translink.
Skytrain
El tipo de transporte más típico es el Skytrain. Es similar a un metro ligero, muy rápido, que no solo conecta diferentes zonas de Vancouver entre sí, sino también une Vancouver con otras partes de la Columbia Británica. Esta opción es quizás la más rápida para poder visitar la ciudad. Cuenta con tres líneas distintas que debéis consultar según donde queráis ir:
– La Canada Line: desde Downtown hasta el Aeropuerto YVR y la ciudad de Richmond.
– La Expo Line: desde Downtown hasta Burnaby, New Westminster y Surrey.
– La Millenium Line: Desde la zona de East Vancouver hasta Coquitlam.
Por si no os orientáis con los nombres, os dejamos también el link de la página para que podáis ver en el mapa las distintas paradas.
Seabus
Por otro lado, está el Seabus, que es un ferry pequeño que lleva a los pasajeros desde la parte central de Vancouver a la parte norte de Vancouver. Os recomendamos consultar los horarios actualizados si necesitáis cogerlo.
Y por último hay una red bastante grande de autobuses que cubren un área muy extensa de Vancouver.
A la hora de elegir un transporte u otro, tened en cuenta que no todos llegan a los mismos sitios.
Billetes y tarjetas de transporte
Para utilizar este sistema de transporte público hay varias opciones. Se pueden comprar los tickets de forma individual, también se puede optar por la tarjeta de Day Pass, que serviría para hacer varios viajes en un mismo día, y la tercera opción sería comprar la tarjeta Compass Card, que es una tarjeta recargable. Nosotros hicimos cálculos y vimos que esta última era la opción más económica, así que la compramos al salir del aeropuerto, antes de montarnos en el metro. Esta tarjeta tiene un depósito de cinco dólares canadienses, que te devuelven al finalizar tu estancia en la ciudad. Os dejamos el link oficial para que podáis consultar dónde poder comprar esta tarjeta. Para que podáis comparar y ver los precios actualizados también os recomendamos consultar en la misma página en el siguiente apartado.
Como en cualquier otra ciudad, también existen servicios de Taxi, o se pueden alquilar bicicletas para recorrerla.
¿Dónde alojarse en Vancouver?
Barrio de Richmond
Nosotros nos alojamos en la ciudad de Richmond. La verdad es que estaba bastante lejos del centro de Vancouver y esto se nos hizo algo pesado. Si podéis evitarlo, os recomendaríamos alojaros más cerca, porque al final vais a ahorrar mucho tiempo de transporte al desplazaros ida y vuelta todos los días. Lo que os permitirá ver y hacer más cosas en Vancouver. En nuestro caso no nos quedó más remedio, porque cuando supimos que podíamos hacer este viaje, 5 meses antes de la salida, ya no teníamos muchas opciones o económicamente eran demasiado caras. Por eso optamos por dormir en Richmond.
A pesar de la lejanía, nuestra experiencia en todo lo demás fue positiva. La casa estaba bien, el barrio era bastante tranquilo, y había una parada de autobuses cerca, lo que agilizaba mucho los trayectos. En 30 minutos aproximadamente estábamos en el centro. Os dejamos el enlace de Booking de la casa donde dormimos, por si tenéis dificultades también para encontrar otros alojamientos.
Barrio de Marpole
Tuvimos otra experiencia en Vancouver a la vuelta del viaje completo por Canadá. Dormimos de nuevo en esta ciudad antes de volar después de haber visitado Vancouver Island. En este caso cogimos otra habitación en una casa compartida con otros viajeros, que estaba más cerca del centro, en el barro Marcpole. Os dejamos también el link de Booking porque nuestra experiencia fue muy buena, tanto con el dueño de la casa como con el resto de viajeros.
Conocimos a un alemán que nos contó que estaba viajando solo, y que su mujer y él se habían comprado una casa al norte de Canadá para veranear o pasar largas temporadas. Nos enseñó fotos de la casa y de los animales que veían desde el porche de su casa. Ni más ni menos que ciervos, osos, ardillas, alces, etc. También conocimos a una madre y una hija de México que nos contaron su próximo viaje por Alaska. ¡Qué bonito es conocer otras historias de otros viajeros!
¡Nos vemos viajando!