Viaje de 3 semanas en camper a las Islas Lofoten: Semana 1
¡Bienvenidos a nuestro diario de viaje en camper a las Islas Lofoten! Esta es la primera de tres entradas en las que os contamos uno de los viajes más impresionantes que hemos hecho, hasta la fecha, con nuestra camper.
Era un destino muy esperado, especialmente para Rubén, que llevaba mucho tiempo soñando con embarcarse en esta aventura: conducir hasta las remotas Islas Lofoten, en el norte de Noruega, partiendo desde casa.
Fueron tres semanas de viaje, intensas en todos los sentidos, y absolutamente alucinantes. En este post os compartimos nuestro itinerario de subida hasta las islas, partiendo desde Suiza. Si ya conocéis el blog, sabéis que hemos ido escribiendo entradas detalladas sobre rutas concretas y pueblos a visitar, así que no dudéis en consultar el apartado de Noruega si queréis más información práctica.
En este caso, este tipo de diario de viajes, será diferente. Queremos contaros nuesta experiencia más personal. De forma que esperamos que, aparte de ayudaros a planificar vuestro viaje en Camper a las Islas Lofoten, paséis un rato agradable leyendo nuestra experiencia.
Dicen que también se viaja leyendo, ¿no? Pues a eso vamos. Queremos que a través de estos diarios de viajes, sintáis un poco lo que fue esta aventura: las ganas, los imprevistos y todo lo que vivimos en el camino.
Salimos rumbo a Noruega a finales de mayo, con la intención de disfrutar del sol de medianoche y, con suerte, evitar las aglomeraciones del verano. Esto tuvo sus ventajas, pero también algunos inconvenientes. A lo largo del diario os contaremos cómo elegir estas fechas nos permitió disfrutar de algunas cosas… pero también nos dejó sin otras debido al clima.
¡Y ahora sí, empezamos nuestro viaje en camper a las Islas Lofoten!
Semana 1: Subida a las Islas Lofoten desde Suiza
Nosotros invertimos la primera semana, bueno, y dos días más de la siguiente, en subir desde Suiza, donde vivimos, hasta las Islas Lofoten. Estamos seguros de que, dependiendo de desde dónde viajéis, podréis acortar esto. En nuestro caso, era la primera vez que hacíamos un viaje tan largo con nuestro gato Bio, así que sabíamos que tendríamos que hacer suficientes paradas para que él pudiera descansar. Si os interesa, más adelante os escribiremos alguna entrada sobre cómo viajar con gato en Camper. Después de varios viajes más, ya hemos aprendido unos cuantos trucos. 😉
Día 1: De Suiza a Alemania. Conducir hasta Edersee
El primer día, con sus paradas correspondientes y algún que otro drama gatuno, llegamos hasta Edertal, municipio situado al norte de Alemania, donde se encuentra el Parque Nacional Kellerwald-Edersee. Si venís conduciendo desde España, esta será la única parada que quizá no tenga sentido en vuestro viaje en camper a las Islas Lofoten.
Nosotros aprovechamos para hacer una pequeña ruta, estirar las piernas y sacar algunas fotos. A mitad de camino hay un mirador desde el que se ve el pueblo medieval de Edertal y la presa.

La ruta fue corta pero muy agradable, sobre todo después de un día entero conduciendo. Sin embargo, antes de entrar en la camper, hicimos una revisión rápida, como siempre que salimos al campo en estas fechas, por si se nos había pegado alguna garrapata. Y efectivamente, nos llevamos algún susto. De hecho, este fue uno de los inconvenientes que ya adelantamos en la introducción. Mayo y junio son meses perfectos para coleccionar garrapatas en el bosque, algo bastante desagradable que nos acompañó durante todo el viaje en Noruega. Así que las revisiones antes de entrar en la camper se convirtieron en rutina.
Día 2: Llegada a Dinamarca
El segundo día nos despertó con un amanecer de película. Habíamos cogido un camping cerca de la zona que habíamos estado viendo la tarde anterior en Alemania. A esto de las 5 de la mañana Bio nos despertó y gracias a eso tuvimos tiempo para prepararnos y sacar unas foto de ese amanecer desde el lago.


Después del susto de la tarde anterior, por la mañana pasamos por una farmacia para comprar un producto más específico contra las garrapatas. Nos confirmaron que, efectivamente, en esta época del año son un problema bastante común en Alemania.
Os recomendamos ir preparados con este tipo de productos, llevar siempre pantalón largo y manga larga según la zona, y revisaros antes de entrar en casa. Estas cosas pueden enturbiar cualquier viaje… lo decimos por experiencia.
Una vez protegidos nosotros y, por supuesto, Bio, seguimos el viaje.
En Dinamarca, hicimos una parada en el Parque Nacional del Mar de Waden, en el municipio de Ribe. Dimos un paseo largo y Bio alucinó al ver tantas ovejas pastando libremente. Se animó incluso a correr un poco antes de volver a la camper.
La pernocta libre no está permitida, en general, en Dinamarca, lo que obliga a buscar espacios regulados. Nosotros dormimos en un camping tranquilo al lado del parque.


Día 3: Ferry desde Dinamarca a Noruega
Este día amanecimos en Dinamarca, pero a la hora de comer ya estábamos en Noruega. Cogimos el ferry en Hirtshals hasta Kristiansand.
Desde allí condujimos hasta un espacio natural cerca del mar, en la zona de Vegårshei, donde pasamos la noche. El sitio fue un acierto: tranquilo, sin gente, y perfecto para que Bio pudiera seguir explorando la naturaleza. Para nosotros, hacer la subida de forma pausada era importante para que Bio se fuera adaptando al viaje poco a poco.



Día 4: Llegada al Parque Nacional del Dovre

El Parque Nacional de Dovrefjell era uno de nuestros imprescindibles en Noruega, pero no salió como esperábamos. No pudimos visitarlo en la subida, sino en la bajada, debido al clima. Aunque ya os adelanto que a la vuelta nos nevó… pero eso os lo cuento después. Os hemos preparado un post específico sobre este parque que podéis consultar en el siguiente enlace.
Ese día llovía muchísimo y para el día siguiente, cuando queríamos hacer la ruta para ver los famosos bueyes almizcleros, daban aún más agua. Esa noche dormíamos en un camping de una pareja de holandeses que llevaba más de 30 años viviendo en Noruega. Nos contaron que hicieron un viaje en furgoneta, se enamoraron de la zona y decidieron mudarse allí. Fueron ellos quienes nos recomendaron seguir nuestra ruta y volver a intentarlo a la bajada, en la que además, por las fechas, habría más probabilidades de ver estos bueyes.

Día 5: Trondheim
El quinto dia de nuestro viaje en camper a las Islas Lofoten, antes de llegar a la siguiente parada, Trondheim, hicimos una parada rápida en el cañón Mågålaupet, ¡súper recomendable!

Después de comer llegamos a Trondheim, la tercera ciudad más grande de Noruega, por detrás de Oslo y Bergen. A nosotros nos encantó y la consideramos una parada imprescindible en la subida a Lofoten por la carretera E6. Tenéis también otra entrada en la que os especificamos qué paradas hacer en vuestro viaje a Lofoten. Tanto la catedral, las calles de colores junto al río, su casco histórico como la zona alta de la ciudad merecen mucho la pena. Si queréis saber más sobre esta ciudad, os animamos a leer nuestra entrada sobre qué ver en Trondheim en un día.
Tras nuestra visita a Trondheim, nos dirigimos a Malvik, donde pasamos la noche.

Día 6: Cascadas Storfossen y Mosjøen
Por la mañana visitamos las cascadas Storfossen, una parada rápida y sin apenas esfuerzo físico, pero que nos dejó unas fotos espectaculares y fue una experiencia muy chula. Tenéis más detalles en nuestra entrada sobre las cascadas Storfossen.


Después, seguimos nuestra ruta hasta Mosjøen, un pueblo que, en nuestra opinión, es bastante desconocido, pero que merece muchísimo la pena. Paramos allí para estirar las piernas y descansar del viaje, y nos encontramos con un lugar que terminó siendo uno de nuestros rincones favoritos del viaje. Aunque está considerada una ciudad, su casco histórico es bastante pequeño.
Si vais con tiempo o queréis hacer una parada aquí, desde Mosjøen parten numerosas actividades, como rutas de senderismo, experiencias de aventura como tirolinas o exploración de cuevas. Nosotros no tuvimos la oportunidad de hacer ninguna de ellas, pero sí paseamos por todos los rincones de la ciudad.

Si estáis dudando sobre incluir Mosjøen en vuestro viaje en camper a las islas Lofoten, os recomendamos leer nuestra entrada sobre qué ver en Mosjøen.
Después de disfrutar de sus casitas de madera, locales con encanto, vistas al fiordo y los jardines perfectamente cuidados de sus vecinos, volvimos a la camper. Cada vez estábamos más cerca de las Islas Lofoten. Esa noche dormimos en Elfsjord, un sitio espectacular, como podéis ver en las fotos de abajo.

Día 7: Ruta al Glaciar Svartissen
Esta era una de las rutas que más ilusión nos hacía. Nos dirigimos al Parque Nacional de Svartisen y dejamos el coche en una zona privada, ya que el acceso más sencillo a la ruta comienza allí. Es importante saber que la carretera es privada, por lo que hay que pagar para acceder. Al inicio de la misma hay un cartel con las instrucciones de pago.
Sobre la ruta en sí, hay varios puntos que aclarar, así que hemos preparado una guía de la ruta aparte donde especificamos todo lo que hay que tener en cuenta. Os recomendamos leerla.
La ruta es bastante larga, especialmente si no está operativo el barco que os lleva hasta el inicio de la ruta oficial al glaciar o si decidís no cogerlo. La única forma de llegar hasta allí es con este barco privado o caminando. En mayo no estaba operativo, así que tuvimos que hacer todo el camino andando.
Os adelantamos que fue toda una odisea. Dependiendo de las condiciones climatológicas y del estado del terreno, el recorrido puede ser complicado. En nuestro caso, tuvimos que atravesar un total de 13 cascadas, algunas pequeñas y otras que nos obligaron a meter las botas en el agua para poder cruzar. Además, gran parte del trayecto es en zona boscosa con vegetación muy frondosa, lo que hizo que nos encontráramos con nuestras amigas las garrapatas. Esto añadió un extra de incomodidad, ya que tuvimos que revisarnos cada cierto tiempo para evitar mordeduras.
(¡Spoiler! Aquí fue donde una de ellas picó a Rubén, pero eso os lo cuento después).



La parte más impresionante del recorrido comienza en el punto donde os dejaría el barco. Al llegar a la zona más plana, se puede divisar el lago Austerdalsvatnet, que cuando fuimos nosotros aún estaba congelado. Ver un glaciar desde tan cerca siempre es espectacular.


A pesar de que la ruta no es especialmente fácil, sobre todo la primera parte, nos encantó haber llegado hasta allí. Es una caminata exigente, sobre todo si la hacéis entera. Hablamos de unos 15 km que nos llevaron aproximadamente 7 horas. En la aplicación Komoot indica que se tarda 4 horas y media sin incluir el barco, pero no fue nuestra experiencia ni la de otros viajeros que encontramos en la ruta (dos parejas alemanas y una francesa), quienes también tardaron alrededor de 8 horas.
De vuelta en la camper, después de cenar, Rubén vio que le había mordido una garrapata. Intentamos quitársela con las pinzas especiales, pero estaba muy incrustada, y parte de la cabeza se quedó dentro… Así que al dia siguiente nos tocaría una visita rápida al médico, pero eso os lo contamos en la siguiente entrada.
Te dejamos por aquí también los otros capítulos de nuestro diario de viajes a las impresionantes Islas Lofoten.
Otros posts de las Islas Lofoten que seguro te interesan:
- Los mejores pueblos de las Islas Lofoten
- Las mejores playas de las Islas Lofoten
- Qué rutas de senderismo hacer en las Islas Lofoten
- El Parque Nacional Lofotodden en las Lofoten
- Diario de viaje a las Islas Lofoten. Semana 1: cruzando Noruega
- Diario de viaje a las Islas Lofoten. Semana 2: explorando las Lofoten
- Diario de viaje a las Islas Lofoten. Semana 3: cerrando el viaje
- Mejores paradas en la E6 de Noruega hasta Lofoten
Aquí termina la primera semana de nuestro diario de viaje en camper a las Islas Lofoten. La semana que viene tendréis la segunda parte.
¡Nos vemos viajando!